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  • Serena era una palabra que se podía poner a Brooklyn New York. Especialmente en el verano de 1912. Sombrío como palabra era mejor. Pero no se podía aplicar a Williamsburg Brooklyn. Pradera era encantadora y Shenandoah tenía un sonido hermoso pero no podías encajar esas palabras en Brooklyn. Sereno era la única palabra para ello, especialmente un sábado por la tarde en verano.

    Betty Smith (2009). “A Tree Grows in Brooklyn”, p.5, Harper Collins