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Se ha observado que la nariz nunca está tan contenta como cuando se mete en los asuntos de los demás, de lo que algunos fisiólogos han deducido que la nariz carece del sentido del olfato.
Se ha observado que la nariz nunca está tan contenta como cuando se mete en los asuntos de los demás, de lo que algunos fisiólogos han deducido que la nariz carece del sentido del olfato.