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  • La mayoría de los hombres llevan una vida de silenciosa desesperación. Lo que se llama resignación es desesperación confirmada. De la ciudad desesperada se va al campo desesperado, y hay que consolarse con la valentía de visones y ratas almizcleras. Una desesperación estereotipada pero inconsciente se oculta incluso bajo lo que se llaman juegos y diversiones de la humanidad. En ellos no hay juego, pues éste viene después del trabajo. Pero una característica de la sabiduría es no hacer cosas desesperadas.

    'Walden' (1854) 'Economy'