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  • Una vez leí en alguna parte que las almas eran como flores", dijo Priscilla. Entonces tu alma es un narciso dorado -dijo Ana-, y la de Diana es como una rosa roja, roja. La de Jane es una flor de manzano, rosada, sana y dulce". Y la nuestra es una violeta blanca, con vetas púrpuras en el corazón -terminó Priscilla.