Así pues, mi consejo no solicitado a las mujeres en el lugar de trabajo es el siguiente. Cuando te enfrentes al sexismo, o al edadismo, o al lookismo, o incluso al budismo realmente agresivo, hazte la siguiente pregunta: "¿Se interpone esta persona entre yo y lo que quiero hacer?". Si la respuesta es no, ignórala y sigue adelante. Tu energía está mejor empleada haciendo tu trabajo y superando a la gente de esa manera. Luego, cuando estés al mando, no contrates a las personas que se portaron mal contigo.