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  • Cuando miras las caras de esas criaturas silenciosas que no saben cómo contar historias -que son mudas, que no pueden hacerse oír, que se desvanecen en el bosque, que sólo piensan en la respuesta perfecta después del hecho, cuando están de vuelta en casa, que nunca pueden pensar en una historia que alguien más pueda encontrar interesante-, ¿no hay más profundidad y más significado en ellas? Puedes ver cada letra de cada historia no contada nadando en sus caras, y todos los signos de silencio, abatimiento e incluso derrota. Incluso puedes imaginar tu propio rostro en esas caras, ¿verdad?