Autores:
  • Cada vez que permito que algo que no sea ternura y compasión dicte mi respuesta a la vida -ya sea la ira farisaica, la moralización, la actitud defensiva, la necesidad imperiosa de cambiar a los demás...- me alejo de mi verdadero yo. Mi identidad como hijo de Abba [hijo de Dios] se vuelve ambigua, vacilante y confusa.