Autores:
  • Era un sueño. Un sueño muy, muy malo, provocado por una intoxicación hepática por demasiados gin-tonics. Aquí estaba, un trato con el diablo. ¿A qué precio mi alma? Me miraba expectante y amenazador al mismo tiempo. Si decía que no, sabía lo que pasaría. Guarda el vaso, camarera, ¡estoy bebiendo de la botella! La hora feliz, con mi cuello de barril. Si decía que sí, estaría aceptando una asociación con el mal en estado puro.