La condición misma de tener Amigos es que queramos algo más que Amigos. Cuando la respuesta sincera a la pregunta "¿Ves la misma verdad?" sería "No veo nada y no me importa la verdad; sólo quiero un Amigo", no puede surgir ninguna Amistad - aunque el Afecto, por supuesto, puede. No habría nada de qué tratar en la Amistad; y la Amistad debe tratar de algo, aunque sólo fuera de un entusiasmo por el dominó o los ratones blancos. Los que no tienen nada no pueden compartir nada; los que no van a ninguna parte no pueden tener compañeros de viaje.