Autores:
  • Lo monté el domingo. El lunes al mediodía se había roto. El martes me cayeron encima escombros. Y el miércoles ninguna pieza estaba intacta. El jueves recogí algunas piezas. El viernes recogí el resto. El sábado, a última hora, estaba casi enderezado. Y el domingo el mundo estaba impresionado con lo bien que lo había hecho.

    Judith Viorst (2001). “Suddenly Sixty and Other Shocks of Later Life”, p.65, Simon and Schuster