Autores:
  • Lancé una flecha al aire, cayó a tierra, no supe dónde; pues, tan velozmente voló, que la vista no pudo seguirla en su vuelo. Soplé una canción en el aire, Cayó a tierra, no supe dónde; Porque, ¿quién tiene la vista tan aguda y fuerte, Que pueda seguir el vuelo de una canción? Mucho, mucho tiempo después, en un roble encontré la flecha, aún intacta; Y la canción, de principio a fin, la volví a encontrar en el corazón de un amigo.

    Henry Wadsworth Longfellow (2012). “Henry Wadsworth Longfellow: Everyman's Poetry”, p.55, Hachette UK