-
El movimiento de sentimiento más poderoso con una liturgia es la oración que no busca nada especial, sino que es un anhelo de escapar de las limitaciones de nuestra propia debilidad y una invocación a todo el Bien para que entre y more con nosotros.
El movimiento de sentimiento más poderoso con una liturgia es la oración que no busca nada especial, sino que es un anhelo de escapar de las limitaciones de nuestra propia debilidad y una invocación a todo el Bien para que entre y more con nosotros.