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  • Pero necesitan preocuparse y traicionar el tiempo con urgencias falsas y de otro modo, puramente ansiosas y quejumbrosas, sus almas realmente no estarán en paz a menos que puedan engancharse a una preocupación establecida y probada y una vez que la han encontrado asumen expresiones faciales para encajar e ir con ella, que es, ya ves, infelicidad, y todo el tiempo todo pasa volando por ellos y lo saben y eso también les preocupa sin fin.

    Jack Kerouac (2007). “On the Road”, Viking Press