Autores:
  • El mundo ya no puede dejarse en manos de meros diplomáticos, políticos y empresarios. Lo han hecho lo mejor que han podido, sin duda. Pero ésta es una época para héroes espirituales, una época para que hombres y mujeres sean heroicos en su fe y en su carácter y poder espirituales. El mayor peligro para la Iglesia cristiana de hoy es que su mensaje sea demasiado bajo.