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El tumulto y los gritos mueren, Los capitanes y los reyes parten. Aún permanece tu antiguo sacrificio, Un calor humilde y contrito. Señor, Dios de los ejércitos, acompáñanos aún, no sea que lo olvidemos, no sea que lo olvidemos.
El tumulto y los gritos mueren, Los capitanes y los reyes parten. Aún permanece tu antiguo sacrificio, Un calor humilde y contrito. Señor, Dios de los ejércitos, acompáñanos aún, no sea que lo olvidemos, no sea que lo olvidemos.