Autores:
  • Dios ama a los seres humanos. Dios ama al mundo. No a un ser humano ideal, sino al ser humano tal como es; no a un mundo ideal, sino al mundo real. Lo que nos repugna en su oposición a Dios, aquello ante lo que retrocedemos con dolor y hostilidad, a saber, los seres humanos reales, el mundo real, esto es para Dios el terreno del amor insondable.