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Oh, aquí estableceré mi descanso eterno, Y sacudiré el yugo de estrellas infaustas De esta carne cansada del mundo. Ojos, ¡mirad por última vez! Brazos, abrazadme por última vez, y labios, ¡oh vosotros, puertas del aliento, sellad con un beso justo un trato sin fecha con la muerte absorbente!