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  • Puesto que el Dios cristiano no es un Dios solitario, sino una comunión de tres personas, la fe conduce a los seres humanos a la comunión divina. Sin embargo, no se puede tener una comunión cerrada en sí misma con el Dios Trino -un "cuarteto", por así decirlo-, pues el Dios cristiano no es una deidad privada. La comunión con este Dios es a la vez comunión con aquellos otros que se han confiado en la fe al mismo Dios. De ahí que un mismo acto de fe coloque a una persona en una nueva relación con Dios y con todos los demás que están en comunión con Dios.