-
Resolvámonos: Primero, alcanzar la gracia del silencio; segundo, considerar pecado toda falta que no haga bien; tercero, practicar el grado y la virtud de la alabanza.
Resolvámonos: Primero, alcanzar la gracia del silencio; segundo, considerar pecado toda falta que no haga bien; tercero, practicar el grado y la virtud de la alabanza.