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  • Siéntete orgulloso, Bonito, niño bonito. Puedes ir a casa y decirle a tu padre: Sí, le di una paliza a Ender Wiggin, que apenas tenía diez años, y yo trece. Y sólo tenía seis de mis amigos para ayudarme, y de alguna manera nos las arreglamos para derrotarlo, a pesar de que estaba desnudo y mojado y solo -Ender Wiggin es tan peligroso y aterrador que era todo lo que podíamos hacer para no traer doscientos.

    Orson Scott Card (2010). “Ender's Game”, p.136, Macmillan