Autores:
  • Lentamente, muy lentamente, se incorporó, y al hacerlo se sintió más vivo y más consciente que nunca de su propio cuerpo vivo. ¿Por qué nunca se había dado cuenta del milagro que era, cerebro, nervios y corazón palpitante? Todo desaparecería... o al menos, él desaparecería de él. Respiraba lenta y profundamente, y tenía la boca y la garganta completamente secas, pero también los ojos.