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Recuerda que a veces la sabiduría de Dios parece necedad a los hombres, pero la mayor lección que podemos aprender en la mortalidad es que cuando Dios habla y un hombre obedece, ese hombre siempre tendrá razón.
Recuerda que a veces la sabiduría de Dios parece necedad a los hombres, pero la mayor lección que podemos aprender en la mortalidad es que cuando Dios habla y un hombre obedece, ese hombre siempre tendrá razón.