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  • Pero el dolor puede ser un regalo para nosotros. Recuerda, después de todo, que el dolor es una de las formas en que registramos en la memoria las cosas que se desvanecen, que nos son arrebatadas. Las fijamos en nuestra mente para siempre mediante el anhelo, el dolor, el grito. El dolor, el dolor que parece insoportable en ese momento, es el primer paso de la memoria, la piedra angular del templo que erigimos en nuestro interior en memoria de los muertos. El dolor forma parte de la memoria, y la memoria es un don divino.