Autores:
  • Quizá hayas invertido mucho tiempo, esfuerzo, dinero, emoción y energía en una relación; hiciste todo lo posible para que funcionara. Pero, por alguna razón, las cosas se torcieron. Y ahora te sientes como si te hubieran robado. Cuando nos centramos en las decepciones, impedimos que Dios traiga nuevas bendiciones a nuestras vidas.