Autores:
  • El amor es como el rosal silvestre; la amistad, como el acebo. El acebo se oscurece cuando florece el rosal, pero ¿cuál florecerá más constantemente? El rosal silvestre es dulce en primavera, sus flores de verano perfuman el aire; pero espera a que vuelva el invierno, ¿y quién dirá que el rosal silvestre es hermoso? Entonces, desprecia ahora la tonta corona de rosas, y adórnate con el brillo del acebo, para que, cuando diciembre marchite tu frente, aún pueda dejar verde tu guirnalda.