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Soy sensible a la velocidad de los momentos, y entrando en esa parte de mi cabeza alerta al movimiento del mundo soy consciente de que la vida nunca fue perfecta, nunca absoluta. Esto me da satisfacción, incluso intrepidez.
Soy sensible a la velocidad de los momentos, y entrando en esa parte de mi cabeza alerta al movimiento del mundo soy consciente de que la vida nunca fue perfecta, nunca absoluta. Esto me da satisfacción, incluso intrepidez.