-
Todas las personas de fe que conozco son pecadoras, dudosas, desiguales. Estamos seguros no porque estemos seguros de nosotros mismos, sino porque confiamos en que Dios está seguro de nosotros.
Todas las personas de fe que conozco son pecadoras, dudosas, desiguales. Estamos seguros no porque estemos seguros de nosotros mismos, sino porque confiamos en que Dios está seguro de nosotros.