Autores:
  • Clare había estudiado las curvas de aquellos labios tantas veces que podía reproducirlas mentalmente con facilidad: y ahora, cuando se enfrentaban de nuevo a él, revestidos de color y vida, enviaban un aura sobre su carne, una brisa a través de sus nervios, que casi le producían un escalofrío; y en realidad le producían, por algún misterioso proceso fisiológico, un prosaico estornudo.

    Thomas Hardy (2007). “Tess of the d'Urbervilles - Second Edition”, p.173, Broadview Press