-
Nunca, nunca tengas miedo de hacer lo correcto, sobre todo si está en juego el bienestar de una persona o un animal. Los castigos de la sociedad son pequeños comparados con las heridas que infligimos a nuestra alma cuando miramos hacia otro lado.
Nunca, nunca tengas miedo de hacer lo correcto, sobre todo si está en juego el bienestar de una persona o un animal. Los castigos de la sociedad son pequeños comparados con las heridas que infligimos a nuestra alma cuando miramos hacia otro lado.