Autores:
  • No creemos en nosotros mismos hasta que alguien nos revela que en lo más profundo de nuestro ser hay algo valioso, digno de ser escuchado, merecedor de nuestra confianza, sagrado a nuestro tacto. Una vez que creemos en nosotros mismos podemos arriesgarnos a la curiosidad, al asombro, al deleite espontáneo o a cualquier experiencia que revele el espíritu humano.