Autores:
  • La decepción es inevitable. Pero para desanimarme, tengo que tomar una decisión. Dios nunca me desanimaría. Siempre me señalaría a sí mismo para que confiara en él. Por lo tanto, mi desánimo viene de Satanás. Al ir a traves de las emociones que tenemos, hostilidad no es de Dios, amargura, falta de perdon, todos estos son ataques de Satanas.

    "A Disappointment" by Rajan Thapaliya, www.huffingtonpost.com. June 2, 2016.