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El placer de un hombre que espera con impaciencia una satisfacción particular es una parte del placer que fluye de ella, disfrutado por adelantado. Pero esto se deduce después, porque cuanto más esperamos algo, menos lo disfrutamos cuando llega.
El placer de un hombre que espera con impaciencia una satisfacción particular es una parte del placer que fluye de ella, disfrutado por adelantado. Pero esto se deduce después, porque cuanto más esperamos algo, menos lo disfrutamos cuando llega.