Las relaciones de Turquía con sus vecinos inmediatos están mejorando. Fueron bastante malas durante mucho tiempo: con Siria eran abominables y con Irán bastante malas. En ambos casos Turquía ve potencial para el comercio, especialmente con Irán, de donde obtiene mucho gas natural. En los buenos tiempos, Irán y Turquía encuentran objetos de intercambio mutuamente rentables, pero con Siria las cosas han ido muy mal; Siria no tiene mucho dinero y nunca lo tendrá.