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  • Méret Oppenheim era una mujer muy erótica. También le gustaba la provocación, y si eras capaz de provocar a los surrealistas en el Cabaret Voltaire de Zúrich, o en locales dadaístas similares de Basilea, donde normalmente podías salirte con la tuya, eras un auténtico provocador.

    Fuente: www.interviewmagazine.com