-
Estar obligado a trabajar, y obligado a hacerlo lo mejor posible, engendrará en ti templanza y autocontrol, diligencia y fuerza de voluntad, alegría y contento, y un centenar de virtudes que el ocioso nunca conocerá.
Estar obligado a trabajar, y obligado a hacerlo lo mejor posible, engendrará en ti templanza y autocontrol, diligencia y fuerza de voluntad, alegría y contento, y un centenar de virtudes que el ocioso nunca conocerá.