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  • En última instancia, los cristianos debemos hacer todo lo que hacemos con excelencia. Hay una historia sobre reparaciones en la Capilla Sixtina... cuando se estaban haciendo algunas reparaciones, los artesanos vieron que el trabajo en el otro lado del yeso, la parte no visible al ojo humano, se hacía con el mismo tipo de artesanía que se hacía en lo que era visible y observable. Y la explicación es que el trabajo que hacen los cristianos no es sólo para consumo humano, sino también para los ojos de Dios.

    Fuente: www.christianpost.com