Autores:
  • Conozco a una chica que se ha convertido en una cristiana muy entusiasta. Recuerdo haberla conocido hace varios años. Vivía en una casa cerca de la nuestra. Estaba fumando en la puerta, y aparentemente no le interesaban las cosas religiosas, pero cuando hablé con ella sí sentía respeto por los asuntos espirituales. Así que, mientras hablábamos, expresó su interés y empezó a venir a la iglesia de vez en cuando. A lo largo de los años, la he visto venir a Cristo, convertirse, bautizarse y cambiar de maneras maravillosas. Es una verdadera alegría para mí cuando veo cosas así.

    Fuente: matthiasmedia.com