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  • Cuando anuncié que tenía cáncer en el escenario, fue mi cerebro el que saltó a ese momento de locura de: "No hay manera de que pueda empezar un espectáculo diciendo: "¡Hola, tengo cáncer!"". Y también por tener esas cicatrices, y luego pensar: "Dios mío, ¿qué pasaría si hiciera stand-up y ni siquiera reconociera que me he quitado la camiseta, o que tengo cicatrices.

    Fuente: www.motherjones.com