Zbigniew Brzezinski, que fue realmente uno de los -cuyo nombre es imposible de pronunciar- que fue realmente uno de los arquitectos de esta política exterior intervencionista estadounidense tan agresiva, ya sabes, enfrentarse realmente a Rusia, desafiarles, no sólo a Rusia sino también a China. Ahora ha cambiado de tono y aboga básicamente por un enfoque mucho más diplomático y de colaboración con los otros centros de poder del mundo que, en estos momentos, siguen adelante sin nosotros.