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Quizá no haya ningún don de la naturaleza que requiera tan poco esfuerzo por parte de su dueño como la belleza personal. No estoy seguro de que sea precisamente esta ausencia de esfuerzo lo que despierta nuestra admiración.
Quizá no haya ningún don de la naturaleza que requiera tan poco esfuerzo por parte de su dueño como la belleza personal. No estoy seguro de que sea precisamente esta ausencia de esfuerzo lo que despierta nuestra admiración.