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Si nos hacemos más sabios y eruditos en nuestro trato con personas sabias y eruditas, cuánto más ganaremos en nuestra vida interior comulgando con Dios en la oración.
Si nos hacemos más sabios y eruditos en nuestro trato con personas sabias y eruditas, cuánto más ganaremos en nuestra vida interior comulgando con Dios en la oración.