-
No hay nada que la Iglesia de hoy necesite tanto como el Poder Espiritual; y no hay nada que podamos tener tan fácilmente, si tan sólo estamos dispuestos a pagar el precio.
No hay nada que la Iglesia de hoy necesite tanto como el Poder Espiritual; y no hay nada que podamos tener tan fácilmente, si tan sólo estamos dispuestos a pagar el precio.