Autores:
  • Una taza de café, café de verdad, tostado en casa, molido en casa, hecho en casa, que llega a ti oscuro como un ojo de avellana, pero que cambia a un bronce dorado cuando lo atemperas con nata que nunca engañó, sino que fue nata de verdad desde su nacimiento, espesa, tiernamente amarilla, ¡perfecta!

    Henry Ward Beecher (1862). “Eyes and ears”, p.52