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No existe ningún mecanismo inherente a nuestro sistema actual que pueda impedir con certeza que la negociación competitiva sectorial de los salarios establezca una espiral viciosa de subida de los precios en condiciones de pleno empleo.
No existe ningún mecanismo inherente a nuestro sistema actual que pueda impedir con certeza que la negociación competitiva sectorial de los salarios establezca una espiral viciosa de subida de los precios en condiciones de pleno empleo.