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El rostro humano me resulta tan extraño como un semblante que, cuanto más se mira, más se encierra en sí mismo y se escapa por los peldaños de escaleras desconocidas.
El rostro humano me resulta tan extraño como un semblante que, cuanto más se mira, más se encierra en sí mismo y se escapa por los peldaños de escaleras desconocidas.