-
En realidad, no hay forma de conocer el corazón, las intenciones o las circunstancias de alguien que pueda decir o hacer algo que tengamos motivos para criticar. De ahí el mandamiento: 'No juzgues'.
En realidad, no hay forma de conocer el corazón, las intenciones o las circunstancias de alguien que pueda decir o hacer algo que tengamos motivos para criticar. De ahí el mandamiento: 'No juzgues'.