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  • Los cálculos meteorológicos y las imágenes por satélite arrancaron a la naturaleza muda el aviso previo de la trayectoria del Katrina. Dios no informó a nadie de sus planes. Si los habitantes de Nueva Orleans se hubieran contentado con confiar en la beneficencia de Dios, no habrían sabido que un huracán asesino se cernía sobre ellos hasta que sintieron las primeras ráfagas de viento en la cara. Y sin embargo, como no les sorprenderá, una encuesta realizada por The Washington Post reveló que el 80% de los supervivientes del Katrina afirman que el suceso no hizo sino fortalecer su fe en Dios.

    Sam Harris (2011). "Carta a una nación cristiana", p.53, Random House.