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  • Los juegos judiciales no son justos. No juzgan a los hombres por su valía, y no tratan de lo que es justo. Los hombres culpables pueden detentar el poder toda su vida y ser llorados cuando mueren. Los hombres inocentes pueden ser gastados como monedas porque es conveniente. No tienes que haber pecado para que te arruinen. Si tu destrucción les es útil, te destruirán.