Un día me di cuenta de que realmente necesitaba dejar de perderme en mi trabajo y en mis adicciones. Lo que pasa es que te levantas una mañana y te sientes absolutamente muerto. Ni siquiera puedes arrastrar tu alma de vuelta a tu cuerpo. Sientes que has negado todo lo maravilloso de la vida. Cuando has caído tan bajo, recuperar el amor por la vida parece un milagro. Es entonces cuando puedes empezar a buscar realmente una relación. Cuando puedes apreciar todo el concepto de dar a alguien, no sólo de recibir.