Esta solidaridad sólo puede crecer en proporción inversa a la personalidad... La solidaridad que procede de la semejanza alcanza su máximo cuando la conciencia colectiva envuelve completamente toda nuestra conciencia y coincide en todos los puntos con ella... cuando esta solidaridad ejerce su fuerza, nuestra personalidad se desvanece, como nuestra definición nos permite decir, pues ya no somos nosotros mismos, sino la vida colectiva.